Sexualidad Mitificada

SEXUALIDAD ES AMAR A LA NOVIA MÍA. Diego

Numerosos estudios científicos realizados en diferentes lugares del mundo demuestran que las personas con discapacidad cognitiva son normales sexualmente.

Excepto casos de un déficit  profundo o con graves problemas asociados, el desarrollo del cuerpo de una persona con deficiencia intelectual es igual al de niñas, niños y jóvenes de su edad. En aspectos motores, de lenguaje, de conocimiento y manejo del medio se da un proceso más lento, hasta llegar a un punto de madurez conjunta del cuerpo y la mente. En este momento de evolución, igual que los demás seres humanos siente sensaciones eróticas como enamoramiento, atracción, y deseo de realizar la actividad sexual como expresión de amor. La experiencia y el conocimiento de las vidas de muchas de estas personas evidencian su condición de sujeto normal, pero en diferentes grupos sociales debido a sus condiciones de discapacidad se les niega su condición de seres sexuales, buscando justificación en errores históricos denominados MITOS, como los siguientes:

  • Las personas con retardo mental son asexuadas o hipersexuales.
  • Hay que ignorar la sexualidad de las personas con retardo mental.
  • El conocimiento de lo sexual implica conductas sexuales inadecuadas, inapropiadas.
  • La escuela es la que debe impartir la educación sexual.
  • No hay que hablar de educación sexual a las personas con retardo mental, cualquiera que sea su edad.
  • Yo tuve mis problemas y los resolví solo.
  • Ignorar la sexualidad de la persona con retardo mental es lo ideal.
  • Como tiene “muy escasas posibilidades para el aprendizaje”, no se le debe hablar de sexualidad.

Son pocos quienes les acompañan en la búsqueda de aclaración sobre el sí-mismo y el otro en referencia a la sexualidad; y por la falta de reconocer su desarrollo físico y mental, agregada al aislamiento al cual se les somete, se tienen que involucrar desventajosamente en un mundo que enfatiza el sexo, afrontando graves problemas como: falta de conocimientos sexuales, ya que no reciben información y formación suficientes; dificultades para aprender a través de medios escritos; obstáculos para analizar la información audiovisual; y en general, carencia de ayudas  para comprender los mensajes sobre sexualidad.

TODO PARECE INDICAR QUE CIERTOS SÍNTOMAS DE LA  ADOLESCENCIA YA HICIERON ESCALA EN SU CUERPO. QUE A NADIE SE LE OCURRA SIQUIERA SUGERIRLE QUE LO AYUDEN A BAÑARSE, ESO SERÍA UN DURO GOLPE HACIA SU EGO. ESO, SIN CONTAR LAS DOS HORAS QUE TARDA EN LA AFEITADA O LO DIFÍCIL QUE LE RESULTA ESCONDER SU MIRADA  ANTE  LA  PRESENCIA  FEMENINA.

ME ATERRA CUANDO LA GENTE DICE QUE “ESOS NIÑOS DIFERENTES” NO SIENTEN, ME PREGUNTO QUÉ ARGUMENTOS SON LOS QUE UTILIZAN PARA LANZAR ESOS COMENTARIOS. NADIE ALCANZA A IMAGINAR LA ENORME DOSIS DE SENSIBILIDAD QUE ELLOS CARGAN.

Guillermo, economista de  55 años, padre de Jaime.

EL ROL ASIGNADO

Muchas personas insisten en negar la existencia de la normalidad sexual de la persona con discapacidad cognitiva y se pretende imponer silencio a toda expresión al respecto, por la falsa creencia de que la disminución en algunos aspectos de la inteligencia implica fallas corporales, especialmente en la genitalidad, por lo cual las personas con retardo serían carentes de sexualidad o asexuadas, lo cual significa que carecerían de cuerpo. La mayoría de las madres, padres y otros adultos no sabe cómo actuar y prefiere ignorar el tema, o reprimir los impulsos propios del ser humano a través de castigos y aislamiento.

La ambivalencia entre sentimientos amorosos y de rechazo que suscita es continua en su existencia, y anula  en gran medida su calidad de individuo con derechos y aspiraciones, sujetándole a la condición de infante en forma indefinida. Esta tendencia a tratarle siempre como niño o niña sin tener en cuenta su edad cronológica es reiterativa en las familias, los y las profesionales y  la sociedad en general. No permitirle crecer mental y socialmente es impedir que se convierta en un ser sexual, porque no se sabe qué hacer ante este hecho. A pesar de los avances Constitucionales y legislativos, aún se considera que la sexualidad de personas en situación de discapacidad es un tema para tratar en privado y por ello los abusos continúan como un problema oculto, en la franja negra judicial.

Cuando hay falta de afecto, instrucción y orientación, las personas con deficiencia intelectual tienen dificultades para  comprender lo que les sucede, y para saber cómo actuar ante la aparición de la sexualidad propia o de otros. Esto origina  una gran vulnerabilidad para que se viole su integridad  física y emocional por medio de atentados como la manipulación, el engaño, el abuso sexual, el aborto antihigiénico, el embarazo no deseado, la transmisión de infecciones o de SIDA,  impuestos en muchos casos por personas cercanas.

Debido a la ignorancia y el rechazo se niegan tales hechos, y se  sostienen  mitos y leyendas que permiten ocultar la gravedad de este atropello a los Derechos Humanos. Con teorías aparentemente espirituales se define a las personas con discapacidad cognitiva  como  ángeles que  “siempre son felices porque no entienden” y que, “como  no llegan a la relación sexual, no pueden casarse”. Asumiendo esta falsa concepción algunos creen que tratar el tema es quitar la inocencia a la persona con discapacidad, pues afirman que sus instintos no existen o que se pueden suprimir.

Educar, informar, proteger, permitir independencia, son constituyentes del paradigma actual para atender personas en situación de discapacidad cognitiva, afianzando el compromiso de posibilitar  procesos que les permitan la toma de decisiones respecto a sus derechos sexuales y reproductivos, con base en el conocimiento bien informado y en el acceso a los servicios necesarios.

Pero en nuestro panorama social se impone, porque es un fenómeno frecuente, hablar de la escasez de amor a personas discapacitadas cognitivas. Son ignoradas para el goce por considerárseles anormales y condenadas, como si fueran reos de algún delito, al encierro de por vida o al exilio involuntario que les impone la familia, apoyada por diversos estamentos de una sociedad en donde se  menciona pero no se cumple la llamada  inclusión social.

EXCLUSIÓN SISTEMÁTICA

En tiempos antiguos, la muerte a los niños y niñas discapacitados que retrasaban el andar de tribus nómadas se aplicaba en ceremonia ritual, con participación de la comunidad, bajo el supuesto de que eran malos espíritus. Abolida esta costumbre se decretó el confinamiento, encerrándolos en instituciones en las cuales se reunían  los

diferentes, “el lumpen”. Sus agresivos cuidadores les controlaban el movimiento, el pensamiento, la sexualidad y en general  todo impulso vital, con drogas y castigos.

A través de los tiempos y en la actualidad, en diversos lugares del mundo muchas   personas con discapacidad cognitiva son débiles y carecen de la palabra que distingue al sujeto. Flotan entre los discursos de los otros y todo se les determina, independientemente de si es lo que les interesa o no, si les es útil o no. Se les somete a diagnósticos, pronósticos, control de sus impulsos de vida a través de las drogas, rehabilitaciones sin meta, encierros, castigos. Muchos y muchas trabajan “para ellas y ellos” determinando legislaciones, políticas, y acciones que dan prioridad a la forma sobre el contenido y que no se han planeado con su participación ni les son consultadas, porque se realizan para un sistema y no para sus pretendidos beneficiarios.

  • “Desde el denominado modelo social, pero sobre todo desde un enfoque inclusivo, la discapacidad es un fenómeno histórico, económico, social y cultural. A quienes, a causa de una condición personal (sea de carácter físico, sensorial, intelectual o psicológico) se nos excluye de nuestro entorno, nos han llamado personas con discapacidad. Esta exclusión sistemática se configura como una forma de estigmatización social que varía según el momento histórico y el sistema económico, y es generada por un medio ambiente diseñado desde y para un solo tipo de ser humano…Mas que una característica personal (y aunque pueda basarse en una), la discapacidad así entendida es una condición o situación que el medio social asigna a determinadas personas que no encajan dentro del paradigma dominante del actuar humano”. (Catalina Devandas Aguilar, joven discapacitada, en el Foro por los Derechos Humanos de las personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, 2006).

Al desconocer sobre el sí-mismo y el otro en referencia a la sexualidad, y con  falta de información sobre su desarrollo físico y mental a lo cual se agrega el aislamiento que se les impone, se tienen que involucrar desventajosamente en un mundo que enfatiza el sexo  afrontando graves problemas como:

FALTA DE CONOCIMIENTOS SEXUALES, ya que no reciben información y formación suficientes. Por sus dificultades de aprendizaje les es difícil aprender a través de medios escritos;  no tienen suficiente comprensión de los audiovisuales, y en general carecen de ayuda para comprender la información.

DESARROLLO PSICOLÓGICO LIGERAMENTE ATRASADO RESPECTO AL DESARROLLO FÍSICO, por lo cual comprenden con mayor dificultad los cambios de su cuerpo lo que muchas veces se intensifica, debido a  la angustia que perciben en la familia.

ANSIEDAD DE LOS PADRES CON RESPECTO A SU PROPIA SEXUALIDAD fuertemente influida por educación, principios y valores culturales, además de la involucración de sus propios conflictos y el desconocimiento del qué hacer, lo que dificulta el otorgamiento del apoyo que deben brindar.

PROBLEMAS DE DEPENDENCIA. Aunque logren buena autonomía siempre existirán situaciones en la cuales otro u otra decide por él o ella, lo que invade todas las esferas de su vida.

PREJUICIOS por los cuales todas sus expresiones afectivas se perciben como sexualizadas y generan conductas de exclusión, marginación, limitación y diversidad, pretendiendo reprimir sus manifestaciones, no comprenderlas. Como consecuencia su necesidad es callada, y sólo se menciona cuando ocurre un acontecimiento impactante. (Morantes María Luisa, tesis de grado)

Además de estos problemas la persona con necesidades educativas especiales se ve sometida, particularmente  en su niñez y adolescencia, a un continuo desarraigo relacional y a la pérdida de vínculos afectivos por la permanente reubicación familiar y escolar. Permanece en soledad por pérdidas sentimentales y por la ruptura de pareja y relaciones de amistad que le imponen la familia y la Institución, en el supuesto intento de protegerle del enamoramiento y la sexualidad debido a una certeza previa de que no se darán resultados positivos, de que “va a tener sufrimiento”. Esto rompe las estructuras incipientes de organización y los elementos de seguridad construidos; crea una frustración permanente que no sabe manejar; afirma la desesperanza ante el medio social; produce reacción contra sí manifestada en depresión, somatización y abandono de la capacidad de lucha, y reacciones contra el entorno con actitudes de violencia o de aislamiento que no son características del retardo aunque así se quiere creer, sino reacciones lógicas al maltrato que recibe.

Actualmente existen movimientos humanísticos y científicos mundiales, que luchan por el reconocimiento de la normalidad sexual de las personas en situación de discapacidad cognitiva. De estos ha surgido la Sha’ked.

CARTA DE DERECHOS SEXUALES DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD (Sha’ked, 1981):

  1. Derecho a la expresión sexual: Si las otras personas empiezan a experimentar sexualmente a través de la fantasía, no hay razones para prohibir esto a la persona discapacitada.
  2. Derecho a la intimidad: Son tan capaces de amar y ser amados como cualquier otro. Tienen miedo de expresar amor y, a veces, incluso de sentirlo, porque temen el rechazo. Inhiben sus deseos sexuales porque se les ha dicho que no deberían tenerlos. Y las barreras prácticas que limitan las oportunidades de encontrarse con otros, las dificultades para salir e ir de un sitio a otro, completan su frustración.
  3. Derecho a ser informado sobre su sexualidad: El uso de técnicas de enseñanza específicas, pueden facilitar el proporcionarles información.
  4. Derecho de acceso a los servicios de salud necesarios: La asesoría en el uso de anticonceptivos, la atención médica, la asesoría genética y sexo terapéutica son los servicios de salud necesarios a los que deben tener derecho.
  5. Derecho a escoger el estado civil que más convenga a su persona: Corresponde a la persona discapacitada física, emocional y sensorial.
  6. Derecho a procrear o no: La esterilización voluntaria o el uso adecuado de contraceptivos, puede requerirse en aquellos casos en los que el derecho a ser padres interfiere con los derechos del niño de ser criado por padres con funciones sociales e intelectuales adecuadas.
  7. Derecho a tomar decisiones que afectan la vida de cada persona en particular: Las decisiones se tomarán en función de proteger la integridad física y mental de la persona.

INCUMPLIMIENTO DE ESTOS DERECHOS

Mientras a nivel mundial y en la Constitución y legislación de Colombia se enfatizan los  derechos de las personas con discapacidad cognitiva,  numerosos seres insanos se dedican a su transgresión. Urge que los diferentes sectores de la sociedad se informen y sensibilicen, para que sean garantes de la protección que deben tener y así se logre promover un cambio de actitud y prevenir los daños que se les imponen.

  • El abuso sexual es reportado por muchas personas en situación de discapacidad, pero hay temor para asumir el tema y aceptar sus testimonios. Las quejas por actos violentos existen pero su número es inconsistente con las denuncias a la autoridad, porque se dice que es difícil demandar a una o un familiar, cuidador o prestador de servicios. Se ejerce independientemente del nivel socioeconómico, edad y condición síquica, y se incrementa en forma alarmante. En muchos casos el agresor es familiar o conocido, y se le posibilita la realización del delito por:
    • Carencia o confusión de límites en las prácticas sexuales, familiares o sociales.
    • Influencia negativa de los medios de comunicación masiva respecto a lo sexual.
    • Negación de la sexualidad de las personas en situación de discapacidad.
    • Falta de atención a sus testimonios.
    • Permanencia de menores o discapacitados solos, o al cuidado de irresponsables.
    • Acoso sexual por personas cercanas, quienes exigen silencio que se establece porque los niños, niñas o jóvenes carecen de la posibilidad de comunicar sentimientos y temores a sus familiares, educadores o cuidadores, ya que estos mantienen posiciones de autoritarismo y rechazo.
    • Encubrimiento familiar e institucional del delito al no denunciarlo, por temor a escándalos o mayores ataques del agresor.
    • Violencia intrafamiliar y social en aumento.
    • Impunidad, por inoperancia de las instituciones en la aplicación de las leyes.

Son más vulnerables quienes tienen dificultades de comprensión de lo que son interacciones sociales apropiadas, de la información relacionada con la sexualidad humana, y quienes tienen una habilidad muy limitada. Cuando son víctimas de abuso estas personas no saben qué hacer y a quién acudir, no conocen sus derechos ni cómo funciona el sistema de justicia, también tienen una capacidad limitada para comunicar con claridad los detalles y responder a los interrogatorios.

En muchos casos tienen muy pocos espacios de socialización, no han desarrollado habilidades de autocuidado en las relaciones con desconocidos, ni comportamientos asertivos en ambientes ajenos a su ambiente familiar. Si además son de escasos recursos económicos, es muy probable que vivan en áreas caracterizadas por un alto índice de criminalidad en donde tienen mayores probabilidades de ser víctimas de un atentado.

LA IMPOSICIÓN DEL EMBARAZO

Este repulsivo y creciente daño a la integridad de las mujeres puede considerarse más lesivo a las personas y a la sociedad cuando las víctimas son niñas o adolescentes en indefensión, particularmente si presentan discapacidad. Es hora de que todos los miembros de la sociedad reconozcamos y denunciemos a las y los responsables, con el fin de que se tomen las medidas adecuadas para evitar el abuso.

  • Están en primer lugar los hombres violadores y los abusadores que por razones psicopatológicas imponen relaciones sexuales, permanentes o no, a niñas, adolescentes o adultas.
  • Las familias en las cuales se aprueba o se propicia el abuso con el cuerpo infantil o juvenil de sus hijas, a cambio de dinero o de supuesta protección.
  • Los funcionarios que demuestran mínimo interés por niñas, niños y jóvenes, ignorándolos-as en los planes y programas a su cargo.
  • Quienes imponen el criterio de que la relación sexual debe llegar al hijo como consecuencia, sin importar qué pase con este ser y con sus progenitores. En esta conceptualización se considera ético y apropiado el que se tengan hijas e hijos para regalar, o para vender  muy baratos como actualmente se denuncia.
  • Personas que afirman que el embarazo de jóvenes y aún el infantil es normal y adecuado,  porque algunas niñas y adolescentes consideran que lo desean.
  • Otros abusos:
    • Maltrato cuya forma más drástica es el abandono. Es muy usual en la forma de hablarles despectiva, autoritaria, como si fueran seres inferiores.
    • Dependencia total, innecesaria.
    • Sujeción.
    • Aislamiento de programas de atención, de familiares, de amistades, de recreación y vida social.
    • Drogadicción que se impone ante todas sus manifestaciones sean de ansiedad, malestar, deseo de libertad u otra. Por todo son drogados con frecuencia a solicitud de la familia,  y generalmente se les aumentan  las dosis a pesar de que se observen sus efectos secundarios.

MARCO LEGISLATIVO DE PROTECCIÓN A LOS DERECHOS  HUMANOS

Se basa en el principio filosófico de que Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. El movimiento internacional de reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad cognitiva es muy intenso y ha producido estudios, simposios mundiales, declaraciones y normas de obligatorio cumplimiento para los países miembros, entre los cuales se encuentra Colombia.

 En el año 1974 se publicaron  Los derechos de las personas con discapacidad:

  • A una vida normal.
  • A un ritmo normal del día, del año, de la vida.
  • A experimentar experiencias de desarrollo normales en el ciclo de su vida, aun cuando ellas supongan un elemento de riesgo.
  • A la privacidad, dignidad y desempeño humanos.
  • A vivir en un mundo bisexual.
  • A la seguridad económica.
  • A un ambiente humanizado físico, social y psicológico.
  • A la individualidad.
  • A ser diferente.

La extensión de las normas constitucionales y legislativas y la jurisprudencia nacional e internacional, en el momento actual abarca todas las temáticas y actividades que permitirían a las personas en discapacidad acceder a una gran calidad de vida. Infortunadamente no se aplican los mecanismos para su cumplimiento, y la población involucrada carece de la participación necesaria para que no se quede en letra muerta.

La educación en salud sexual y reproductiva, como base fundamental del ejercicio de los derechos debe ser una búsqueda conjunta de respuestas que se adapten a las creencias, valores y circunstancias propias, y un diálogo sobre los aspectos que preocupan y los interrogantes que deben ser resueltos.  Se debe ser capaz de hablar sobre sexo abiertamente, estructurando procesos acerca del papel que corresponde a la sexualidad en la vida de los individuos. Esta educación debe ser un diálogo continuo, y un proceso mutuo de análisis y descubrimientos  acerca de quiénes somos y como nos relacionamos con los demás.

La neurología establece que la estructura de organización funcional de las partes del sistema nervioso central puede ser modificada por cambios en el medio interno y externo y así la experiencia, la representación y los sentidos, intervienen en el aprendizaje. Esta interacción requiere una programación familia-niño-educadores, para lograr interacción y crear un ambiente estimulante. Por el contrario, la estimulación inapropiada o su ausencia contribuyen al retardo y otras discapacidades, porque el ambiente estresado estresa al individuo estableciendo conductas desacertadas. Se requiere un equipo profesional especializado que desarrolle programas individuales y colectivos, para ejercer una intervención intensa y comprensiva dentro del tema de las diferencias individuales, y así obtener adecuada interacción con el ambiente.

El papel del maestro es fundamental, involucrándose en la situación desde vivencias personales y con  información sobre avances científicos, tecnológicos y legislativos que hacen posible mejorar la calidad de la vida de las personas, como un instrumento orientador de doble función que actúe tanto a nivel familiar como social, incidiendo en las instituciones políticas reguladoras del proceso social y erradicando los mitos o falsas creencias que se transmiten de generación en generación.

La educación sexual de la persona con discapacidad cognitiva, dado que su desarrollo físico generalmente es adecuado a su edad cronológica y presenta los sentimientos e impulsos propios de su edad pero no sabe cómo lograr la mejor expresión de su sexualidad, debe brindarle amplio conocimiento sobre el cuerpo, las sensaciones eróticas, el enamoramiento, y la responsabilidad al respecto. Realizar el abordaje de temas como autoestima, conocimiento corporal, sexualidad, relaciones de pareja, impulso sexual, amistad, matrimonio,  paternidad y maternidad responsables, facilitará la toma de decisiones para favorecer el ejercicio de la sexualidad en condiciones adecuadas, y permitirá definir y aplicar métodos de planificación familiar basados en  la participación consciente de las y los jóvenes, conocer los riesgos genéticos que puedan existir y prevenir  situaciones inseguras.en un medio muy osado para incitar a la expresión de la sexualidad en forma permanente y enfática, sin control social.

Algunos maestros  afirman sentirse inhibidos para tratar el tema  por creer que los niños y jóvenes no comprenden, o porque ellos no saben como enseñarles. Manifiestan que necesitan formarse, con el fin de lograr actitudes educativas coherentes y un sano acompañamiento, pero que sus ocupaciones especialmente en el caso de los maestros de apoyo, les impiden la asistencia a programas de capacitación. Reconocen que deben aliarse alrededor de programas acertados, y compartir experiencias para  contrarrestar el problema de su dificultad de participación.

La educación en salud sexual y reproductiva a niños, niñas  y jóvenes diagnosticados como retardados mentales, y las tareas con sus familias al respecto, han posibilitado el que muchos logren sanas relaciones de pareja, se hayan casado y tengan hijos y hogares normales; ejerzan  diferentes  trabajos  en excelentes condiciones de capacitación y responsabilidad, y  demuestren que todo Ser Humano es poseedor de capacidades que trascienden a lo aparente.